Galería de los Corazones Rotos, mierder, paja mental

Animierder Otoño 2015 semana uno 1/3

Como me da en el hocico que voy a dormirme de nuevo en los laureles con el blog, he decidido hacer una mini-sección que me obligue a escribir todas las semanas. Aunque solo sean cuatro gilipolleces. Llevaba rumiando la idea un tiempo y, por fin, ha salido a la luz. No es algo que tenga demasiado sentido en realidad, pero me servirá de guía en los momentos de perezón y desencanto. Como hacer resumen semanal de los anime que sigo me parece una pesadez, he preferido escoger para comentar solo uno. Pero no uno cualquiera, un anime que, a priori, me parece espantoso. Al menos desde mi punto de vista, que no tiene que coincidir con el vuestro. Tampoco busco ofender a nadie porque, si lo pensáis bien, no voy a hablar de vuestra familia, sino de una serie de animación. No hay nada personal. Y recuerda, siempre puedes acudir al sabio consejo del tío Harry para calmar las aguas.

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Dance with devils

Efectivamente, mis queridísimos (y escasísimos) lectores: the chosen one es Dance with devils. En un inicio iba a ser Diabolik Lovers More, blood porque sus pintas me daban mucho más repelús. No creía necesario ver la anterior temporada (dios mío) ya que suponía (ERROR, ERROR) que una serie de naturaleza tan mongólica no podría darme excesivos problemas. Pero me los dio. Simplemente no pude con ella. Tengo cierta dignidad, aunque no os lo creáis. Solo añadir que el daño que ha producido Twilight es de unas dimensiones que jamás podría haber imaginado. Me pregunto muy en serio a quiénes van dirigidos estos productos, porque las fans de la saga de Meyer ya habrán crecido y madurado un mínimo… y dudo que una degeneración tan bochornosa del tema pueda atraerlas. Es un insulto a la inteligencia de cualquiera.

Así que, siguiendo el consejo de Shelly, le eché un vistazo a Dance with devils, animada también porque tenía algo de musical (los amo) y Jane la había comenzado a ver. No esperaba (ni espero) gran cosa de ella, pero estoy completamente segura de que no es la cosa esa denigrante de vampiros maltratadores con esclava humana oligofrénica.

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Sé que empiezo esto un poco tarde porque Dance with devils va por su quinto capítulo, pero a lo largo de estos días iré alcanzando la actual emisión para, a partir de ahí, hacer una entrada semanal. Aviso: no pienso abandonarla. Aunque se convierta en una abominación o me haga caer en letargo. Hasta el final, como una campeona.

Hoy escribiré sobre los dos primeros, que de momento son los únicos que he visto. Repito que estas reseñas solo van a cumplir la función de mantenerme activa en el blog. No voy a profundizar demasiado ni a soltar grandes peroratas, por lo que si esperáis una crítica detallada… mal. Majaderías soltaré unas cuantas y siempre, siempre, sin propósitos ofensivos. Es cansino tener que insistir tanto en este tema (y casi siempre inútil), pero por mí que no quede.

Comencemos entonces con una breve introducción de la serie. Se trata de un proyecto multimedia conjunto, lanzado por la compañía de videojuegos Rejet y las dos productoras musicales Elements Garden y Avex. El manga empezó en septiembre, el juego para la Play saldrá en marzo del 2016 y el anime, que es lo que nos incumbe, se dejó en manos de Brain’s Base con estreno el pasado 7 de octubre. A Brain’s Base le tengo cariño porque me ha alegrado la vida con Baccano!, Kuragehime, Mawaru Penguindrum y alguna cosilla más, pero no soy persona de las que confíen ciegamente en los estudios. La mierda puede brotar por doquier. De hecho, este Dance with devils me recuerda levemente a un producto suyo, Kamigami no Asobi, un reverse harem bastante insulso del año pasado. Pero si la protagonista femenina es al menos tan apañada como la de Kamigami y no resulta una florecilla con retraso, se hará bastante más tolerable.

¿Y de qué va este anime? Pues es un shôjo sobrenatural plagado de bishies. Ritsuka Tachibana, que vive con su madre la witch translator, acude a una escuela privada muy chachi junto a su amiga Azuna Kuzuha, donde llama la atención del presidente del consejo estudiantil por motivos algo confusos, al menos inicialmente. Lo que no sabe Ritsuka es que los miembros de dicho consejo son todos demonios en pos de un grimorio que perteneció a su difunto abuelo, un eminente folclorista. Sin embargo, ellos no son los únicos interesados en ese libro, también un grupo de vampiros anda tras él y secuestra a la madre de Ritsuka. Uf, casi he contado el primer episodio. Pero es que el argumento tampoco tiene mucha más enjundia.

Capítulo 1

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Ya desde el principio este anime nos deja claro que la música va a tener su peso. El comienzo es épico y todo lo cursi que cabría esperar, pero muy divertido. La verdad es que este primer episodio ha resultado inesperadamente agradable. Me temía algo mucho más tontorrón y una protagonista anodina, pero se ha mantenido dentro de la media, con una ingenuidad un poquillo molesta, pero decente. Olisqueo en algunos detalles incoherencias que barrunto se harán más habituales conforme vaya avanzando la serie; así como instantes grandilocuentes de profundo absurdo. Esa aparición del rubiales en su limusina Rolls Royce para salvar a la mozuela y la posterior ¿pelea?, han sido pelín marcianas. Solo espero no me hagan llorar más adelante… demasiado. Eso sí, intuyo que el perrito me dará bastantes alegrías. Por cierto, creo que no lo he entendido bien, pero… ¿el hermano de Ritsuka se llama Lindo? ¿En serio? ¿LINDO?

Capítulo 2
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¡Ataca, Peluchón! ¡Desgárrale el escroto!

Lo primero que no entiendo es cómo Ritsuka permanece tan apacible mientras su madre se encuentra desaparecida y en manos de unos delincuentes que han asaltado su casa (y que encima son vampiros, aunque eso ella no lo sabe). No me la creo. Su confianza alucinada en el rubiales me hace pensar que, esa primera sensación de que pudiera resultar una chica hasta medio normal, fue claramente un espejismo: es una atontada. Imagino que la cosa no tardará en evolucionar a retarded. Pero observando la serie en este segundo episodio, creo que posee un tono de parodia que casa muy bien con una pánfila como Ritsuka. Todo es como muy excesivo y tremendamente hortera, roza el ridículo por momentos y, mezclado con los minutos musicales donde se ponen a cantar y bailar, creo que puedo llegar a disfrutar este anime ya solo por su faceta bizarra.

En este segundo capítulo, nos han presentado mejor al resto de demonios que forman el consejo de estudiantes, dejando más o menos claro el cliché que personifica cada uno. Histriónicos todos, por supuesto, y hemos vislumbrado que el rubiales podrá ser su líder… pero en el fondo van por libre. Ay, el rubiales, que no le gustan las shiitake, ¿se estará enamorando de la mema pureza de Ritsuka? Y ella, pobreta, a la que solo quieren seducir por interés… Lo mejor de este episodio ha sido, sin duda, la secuencia de la cocina y su patada voladora. Creo que no había visto una escena tan ortopédica en bastante tiempo.

dogs
Peluchón rules!!

Me ha hecho mucha ilusión que en el aula de literatura estuvieran leyendo El Tren nocturno de la Vía Láctea. Este anime, aparte de una sección técnica y arte muy dignos (hasta ahora), tiene detallitos así de monos. Ah, el nombre del perrito es Roen pero en Sin Orden ni Concierto se llama Peluchón. Punto. Es por si no os habíais dado cuenta. Aclaro también que no suelo comentar casi nunca los openings ni endings porque para decir continuamente que me parecen cagarros, mejor no escribo nada. Dance with devils no es una excepción.

Y esto ha sido todo por hoy. Dentro de un ratillo, los episodios 3 y 4. Que primero tengo que verlos.

Buenos días, buenas tardes, buenas noches.

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