Sí, ha llegado esa época del año. Ya tocan los inevitables repasos de lo que ha dado de sí, también de lo que se avecina. Aunque la previa de este invierno todavía tardaré en hacerla. Bastante, añado (entre nosotros, es un rollazo confeccionarla). Este 2016 he comenzado muchas series que me han acabado aburriendo o directamente decepcionado. Creo que la oferta parecía más suculenta que en 2015, pero se ha ido desinflando como una pelota de baloncesto pinchada. No han botado ni ná. Chof, chof. Caca. Pero, por otro lado, también he tenido grandes alegrías. No ha sido un año tan sosito como el anterior, no se puede negar que movimiento ha habido. Y eso además se agradece, que sepan mantener tu atención ocupada… aunque luego todo concluya en una esparraguera.
No voy a hacer una entrada excesivamente larga, para mí son días complicadetes, así que procuraré ser concisa y directa, ¡a ver si lo consigo, claro! Como siempre, informar que esta es mi opinión, una más. No estoy en posesión de la verdad ni aspiro a ello, solo vuelco mis impresiones con las que puedes estar de acuerdo o no. No me estoy metiendo contigo ni insultando a tu familia, a tu perro o a tu hámster. Solo escribo sobre animanga y tú puedes también compartir ideas en los comentarios. Siempre siguiendo escrupulosamente las mínimas reglas de cortesía y sin faltar. Me parece un poco ridículo tener que recordar estas cosillas, pero vivimos tiempos bastante absurdos, sobre todo en internet. Bueno, allá vamos.
Mob Psycho 100
モブサイコ100
Su serie hermana (al menos lo es mi cabeza) One Punch Man también fue una de mis fave ones del año pasado. Era inevitable que Mob Psycho 100 apareciera por aquí. De hecho, a pesar de que duplica algunos de sus recursos y ha perdido a causa de ello fuelle en efectismo, me ha gustado muchísimo más que su antecesora. Quizá porque el argumento lo veo más redondo o la temática me atrae más. Admito que me habría encantado que este anime me sorprendiera, pero las teclas que ha pulsado hacían la melodía general bastante reconocible. Nada nuevo bajo las estrellas, un sólido shônen de cabo a rabo, sin embargo no defrauda. Es fresco, es entretenido. No obstante, el problema que le veo a Mob Psycho 100 y a su hermano brota a largo plazo. Si no se reinventan, quemarán la fórmula muy rápido. Es lo que tienen los fuegos de artificio, aunque resulten espectaculares. Último apunte: ¡una animación GENIAL! A pesar del ordenata.
Fune wo Amu
舟を編む
Ojalá no hubiera visto la película, porque el factor sorpresa en el anime se ha volatilizado por completo. Y el argumento tiene una serie de giros que habría disfrutado más acudiendo completamente virgen. Pero tampoco es justo quejarme demasiado, rediez. La estoy disfrutando infinitamente más que el film. Sin ser mala cinta, conste en acta, no puede plasmar la cantidad de matices y detalles que estoy observando en el anime, enriqueciendo la historia que conocía. No quiero ni imaginar la novela en la que está basado todo, claro. No sé cuándo podrá caer en mis manos, quizá nunca. Fune wo Amu es como la propia creación de un diccionario, serena y profunda. De ritmo pausado y que no gustará demasiado a los espíritus impacientes. Es un anime para público adulto (¡también existimos, jopetas!) y sus prioridades son distintas. Una de sus grandes virtudes es no caer en el melodrama sobado; que no haya adolescentes hiperhormonados dando por saco también es un alivio, uf. Además Majime es un hombre encantador y su gato tortilla también. ME LOS COMO, ÑAM-ÑAM.
Tonkatsu DJ Agetarô
とんかつDJアゲ太郎
Este 2016 me he enganchado un montón al anime de duración corta. Desde la adorable Muco hasta insensateces como Bananya. No quitan mucho tiempo y la mayoría ofrecen diversión concentrada. No todas las que empecé me han gustado, como por ejemplo Nyanbo!, que a pesar de una interesante propuesta visual, se me hizo tediosa a causa de sus personajes estereotipados. Pero, sin lugar a dudas, Kanojo to Kanojo no Neko, inspirada en el cortometraje del mismo nombre (reseña aquí), fue una mini-serie que sí disfruté y me dejó buen sabor de boca. Modesta pero esponjosa como un bizcochito. También me ha gustado mucho Onara Gorô, una bizarrada de humor surrealista que casi nadie habrá sabido apreciar. El que conozca un poco al animador Takashi Taniguchi y sus extraños cortos, ya sabe qué esperar de la sabiduría que irradia el señor Pedo Gorô. Muy escatológico todo, soy fan. Sengoku Chôjû Giga es para los amigos de la historia y tradición japonesas, de hecho es recomendable saber un poco de ambas si se quiere captar algo. Es una serie graciosa y con un arte curioso. Recomendable.
Sin embargo, mi anime preferido en este formato ha sido Tonkatsu DJ Agetarô, que también ha logrado ser uno de mis favoritos de este 2016. Sus premisas son básicas pero han sabido desarrollarlas de forma tan inteligente y amena, que ciertas carencias se pasan por alto sin problema. Además que los melómanos y amantes del tufillo nostálgico del disco y hip hop incipiente de los años 70, lo hemos disfrutado todavía muchísimo más por sus guiños y referencias a la cultura DJ. Entrañable y muy, muy salado.

Shôwa Genroku Rakugo Shinjû
昭和元禄落語心中
Todo lo que tengo que contar sobre este anime lo podéis encontrar aquí. Es una reseña que escribí antes de que finalizara su emisión, y a día de hoy no cambio ni una sola coma. Esa opinión vertida continúa vigente. Lo único que puedo añadir es que, lamentablemente, no ha aparecido ninguna serie que haya desbancado Shôwa Genroku Rakugo Shinjû de mi top 2016. Es mi favorita del año, sin más. Deseo con todas mis fuerzas que la segunda temporada a la que le restan pocas semanas para su estreno (¡por fin, por fin!) esté a la altura y nos brinde grandes momentos también.
3-gatsu no Lion
3月のライオン
Le tenía un poco de miedo a esta serie porque olisqueaba dramas y traumas ciclópeos y, sobre todo, diabetes. El que uno de los personajes fuera el típico renacuajo kawaii sin nariz ya me puso en guardia. La armadura completa me puse. No sé si lo he dicho alguna vez, pero los niños me repelen. Cuando era niña también los rechazaba, que compartiera rango de edad con ellos no fue óbice para que me siguieran disgustando. Pero, sobre todo, odio el cliché del niño tierno que lo arregla todo gracias a su dulzura e inocencia. Ok, pisa el freno de la misantropía un poco, querida Sho. Volvamos al tema que importa: 3-gatsu no Lion. Todas mis reticencias respecto a este anime se han ido atenuando gracias a Luzbel. Que lo hayan dotado de una visión introspectiva llena de simbolismo, y una calculada dosificación de la expresión de las emociones ha sido todo un acierto. Aunque, si tengo que ser honesta, lo que me hace continuar la serie es su maravilloso arte. La historia no me entusiasma pero la encuentro interesante; y los personajes van creciendo a buen ritmo. Algún capítulo se me ha hecho más pesado que otro, pero en conjunto la valoro de forma muy positiva. Además los gatetes molan muchísimo.
No busquéis, no he incluido Yuri on Ice. A pesar de que no me parece mal anime ni mucho menos y cumple su función de entretenimiento conmigo, no la considero al nivel de las cinco anteriores. La cosa no es para tanto, resumiendo. Hay un hype tremendo con esta serie que no logro descifrar, pero seguramente muchas de mis opiniones también resulten incomprensibles para otros. Biodiversidad lo llaman. Y eso.
Como adelantaba al principio, este año he comenzado bastantes más series que el pasado 2015. Me han resultado tentadoras un buen número, pero gran parte también han acabado en agua de borrajas. Unas me han aburrido y otras me han decepcionado; algunas las he finalizado, otras las he dropeado sin compasión. Shumatsû no Izetta, por ejemplo, me sorprendió con un inicio decente y me fue aburriendo pooocooo a pooooooco. 再见! Hai to Gensô no Grimgar tenía un bonito arte en acuarela… pero el argumento acabó siendo de un subnormal insultante. Megadrop. En Norn9:Norn+Nonet no se salvaba ni el apuntador, horrible y cursi, un animierder en toda regla. A cavar zanjas. Descubrí que Handa-kun poseía rasgos muy persistentes que lo emparentaban sin duda con la familia del ajo. Adieu! Sakamoto desu ga? despertó mis instintos homicidas y Orange… Orange no aguanté el manga, el anime menos todavía. Podría continuar despotricando un ratillo, pero prefiero centrarme en las cinco que, de una forma u otra, me ha fastidiado que no estuvieran a la altura de mis expectativas.
Boku dake ga Inai Machi
僕だけがいない街
Erased es el ejemplo meridiano de cómo una serie lo puede tener todo para ser grande y, conforme avanza, empiezan a aparecer goteras por todas partes hasta que una inundación lo engulle todo. Se puede lograr achicar agua, pero ya no será lo mismo: todo se ha echado a perder. Este anime fue una decepción completa. Tengo que hacer esfuerzos para tratar de recordarlo incluso, así que imaginad cuán triste me llegó a parecer. No puedo decir que fuese una mierda total, porque no lo creo. Pero sí resultó al final vulgar y pretenciosa, con decenas de flecos y alguna que otra incoherencia gorda. Supermeh.
Kôtetsuyô no Kabaneri
甲鉄城のカバネリ
El género zombi está ya bastante agotado, así que a priori un anime de esa temática no me atraía demasiado. Pero decidí probar y el primer capítulo me engatusó hasta las cachas. Una animación old school estupenda, unas propuestas originales dentro de lo que cabía y una galería de personajes aparentemente vigorosa. ¿Iba a ser la serie de acción y terror del año? JAJAJA. No. La cosa no tardó tanto como pensaba en torcerse, y se convirtió en una ensalada de hostias previsible y estúpida. Una muesca más en el cinturón. Kôtetsuyô no Kabaneri intentó salir de la horma con excelentes intenciones (ese ramalazo steampunk es glorioso) pero se cayó de culo. Plof. Es posible que a los fans del género les haya satisfecho, pero una ya está muy de vuelta de todo. Este anime es simplemente un cagarro con ínfulas, he dicho.
91 days
Y al hilo de lo que escribía sobre Kabaneri, ¿se debe transigir con todo contenido de aire adulto y aceptarlo como bueno sin más? Solo porque se salga de los patrones habituales no quiere decir que tenga que ser excelente por obligación. A 91 days le sucede un poco eso. Cuando te has cansado de ver películas sobre mafiosos y te enfrentas a una nueva obra de la temática, esperas que te atrapen y ofrezcan una perspectiva diferente. Un mínimo, porque es un campo muy trillado. Muy trillado y tan repleto de clichés que provoca náuseas. Y 91 Days es una recopilación de topicazos y referencias mal digeridas que me aburrieron muchísimo. He visto esto miles de veces. Con ciertos géneros se tendría que ser más exigente, sobre todo porque cuando se trabajan, acaba siempre lloviendo sobre mojado. Yo por lo menos intento serlo, a fin de no perder tanto el tiempo. Los demás pueden hacer con el suyo lo que quieran, por supuesto.
Joker Game
ジョーカー・ゲーム
Más de lo mismo pero con un resultado no tan cansino. Joker Game fue la gran esperanza del anime para adultos tras la apoteosis de Shôwa Genroku Rakugo Shinjû. Y es que durante los primeros capítulos parecía que todo marchaba sobre ruedas… más o menos. Pero al alcanzar el ecuador de la serie, muchos ya se habían dado cuenta de que su formato estaba echando a perder su enorme potencial. Lo que podría haber sido una buena serie sobre espionaje y la II Guerra Mundial, se quedó en mera anécdota. No un mal producto, pero perfectamente olvidable. Con algún episodio más brillante que otro, aunque en general mediocre. Una lástima, la verdad. No me importó terminarla de ver, sin embargo no repetiría experiencia ni en broma.
Fukigen na Mononokean
不機嫌なモノノケ庵
¿Cómo decir NO a una serie sobre yôkai y el folclore japonés? Personalmente no podía resistirme a verla, aunque el aire general me repeliera un poco por too happy. Y sí, es un too happy anime, de preciosa animación, brillantes colores ácidos y protagonista bobalicón que esconde un misterioso y gran poder. Creo que no me suena de nada. Pero como resultaba tan ligera y agradable, la veía semanalmente con ganas. Hasta que me di cuenta de que el anime estaba finalizando… y no había ocurrido absolutamente nada de importancia. Fukigen na Mononokean era un bonito manojo de globos que se los llevaba el aire. ¡Adiós, adiós! Por mucho que hubiera yôkai supermonosos, siempre se esperaba algo de contenido. Y todo quedó en una simple presentación. Si tienen planeado hacer una segunda temporada, entonces cierro la boca. Si la cosa al final permanece así, Fukigen na Mononokean engrosará las filas de esa ingente cantidad de series que quedaron petrificadas en la flor de su existencia. Lloremos.
That’s all, folks. Con vuestro permiso, voy a dormitar un rato. Buenos días, buenas tardes, buenas noches.