Buf, no he podido, no he podido con él.
Este manga me ha sacado de mis casillas. Al tercer capítulo ya tenía unas ganas tremendas de mandarlo a la mierda, pero decidí darle más oportunidades de las que se merecía. He sido hasta demasiado paciente, pero lo siento, capítulo 20 y hasta nunca. El engendro este encima va a estrenar anime en octubre. Hale, que aproveche.
Veamos: un shoujo clásico, con un argumento típico del género, la dosis indispensable de comedia ligera y dos idiotas de protagonistas. Hasta ahí nada que objetar, en Kimi no todoke los dos tortolitos principales no se distinguen precisamente por su avispamiento, pero se hacen querer. Son kawaii, te acostumbras a su retraso mental y disfrutas de la historia y sus gloriosos secundarios.
Aquí no. La ilustración de arriba ya da pistas respecto a lo que uno puede encontrar en Ookami Shoujo to Kuro Ouji.
El protagonista masculino es un maltratador psicológico de cuidado (aunque lo maquillen con la etiqueta de «sádico») y la chica es medio lerda, se deja manipular a todas horas y tiene una autoestima nivel -200. La evolución de los personajes además es poco acertada: el mozuelo (se llama Kyouya Sata) se va convirtiendo en una especie de bloque de hormigón y ella (Erika) se hace todavía más sumisa, lo que la convierte definitivamente en una tonta redomada. Incuestionable que ambos necesitan terapia y psicofármacos.
Siempre hay que tener en cuenta que la sociedad japonesa es muy tradicional y peca de cierto machismo, es algo con lo que se lidia cuando se lee manga o se ve anime; pero lo de este manga ya es el acabóse. Creo que los valores que se expresan en este manga no son beneficiosos: aguantar por amor cualquier cosa, cualquier tipo de humillación. Eso no es sano, ni siquiera es amor, el amor es ante todo respeto, sin él eso no es posible y se convierte en una relación enfermiza. Y eso es lo que tenemos aquí: la historia adolescente de ¿amor? deforme entre un pajarraco narcisista e hiper-reprimido (lo que se conoce de toda la vida como un imbécil) y una adolescente acomplejada que se anula a si misma con una dulce sonrisa en los labios y lágrimas en los ojos. Genial si tienes la mentalidad atascada en el Calcolítico o así.
No debemos perder de vista que esto es un shoujo, no un hentai (donde hay absolutamente de todo) o un josei o un seinen (donde hay una madurez y/o una carga dramática que permitiría enfocar esta relación nociva de otra forma). ¡Que es un shoujazo de la leche!
En el plano técnico nada que objetar, buen dibujo, agradable y nítido. Algo bueno debía de tener. Ah, y el amigo del protagonista, Takeru Hibiya, que algo de frescura aporta. Lo que no entiendo es cómo no le escacha la cabeza a Kyouya cada vez que se topa con él, pero bueno, es un chico (demasiado) optimista y feliz. Lástima me ha dado otro secundario, Yuu Kusakabe, un encanto de chaval, pusilánime y estúpidamente complaciente, pero desaprovechado por completo. El otro colega del protagonista masculino, Nozomi Kamiya, es bastante irritante y absurdo; y la amiga de Erika, Ayumi Sanda, anodina hasta decir basta. Vamos, que los secundarios son en general mediocres (la hermana de Kyouya también necesita psicofármacos y su madre darle menos al sake) y la trama bastante meh; los últimos capítulos que leí encima se hacían aburridos de cojones. No hay mucho más que destacar, salvo que, inconcebiblemente, este aborto está teniendo un éxito de ventas importante.
Sin Orden ni Concierto 
Buscando reviews de este manga que reflejaran el odio que siento, me he encontrado con la tuya. Magnifica manera de abordar la bazofia esta.
Y, claro, me cai de mi silla cuando descubri sobre los saludables numeros de ventas de esta historia. ¿Como es posible? ¿Porque? Es sabido que las niñas niponas gustan de tramas asi, pero entre otros fans internacionales, he descubierto que esta serie es muy querida.
No me cabe en la cabeza.
En fin, te dejo de aburrir con mi comentario. Saludos y felicidades por tu blog, me encanta cuando despotricas contra algo que te parecio digno de. 🙂
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No aburres para nada jaja me alegra encontrar a alguien que comparta mi opinión sobre esta inmundicia de manga. No somos muchos. Yo he llegado a la conclusión de que la gente no piensa o reflexiona mientras está leyendo. O a lo mejor es que en el planeta viven más majaderos de los que tenemos calculados (que también puede ser). ¡Gracias por pasarte por aquí y comentar! ¡Nos leemos! 😀
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Con lo que me encanta leer mangas shojos, al igual que tu no pude con este manga, y que paciente fuiste con los 20 capítulos, yo lo deje al cuarto capitulo. Tocas el punto exacto al comentar que este manga no es ni un seinen ni un josei para que que puedan desarrollar de manera mas profunda y explícita la idea una relación que roza lo enfermizo.
Y por dios, que insoportable es la protagonista: terriblemente cínica y superficial, hasta la chica shojo más tímida y retraída es más pasable que ella. Al chico lo aguante un poco más porque me imagino que como todo shojo debe tener un pasado trágico que «justifique» su actitud tan repugnante (aunque sinceramente no debería haber excusa).
En fin, me gusto la entrada, la manera que tienes de expresarte me encanta, es bastante sincera y hasta ácida xD 🙂
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Este manga es una cagarruta infecta. Aunque claro, cada uno es muy libre de intoxicarse con lo que le dé la gana… pero con la salud (en este caso mental) no se debería jugar tan a la ligera. Si una muchacha lee esta historia puede pensar que es perfectamente normal que la traten como si fuera un perro… o un joven podría considerar legítimo y divertido comportarse como un hitler emocional.
Pero bueno, ahí está, siendo un exitazo. El anime no lo estoy siguiendo, por supuesto, pero el trailer dejaba ver una animación cutre, pero muy cutre.
¡Gracias por pasarte por aquí, Diego! 😀 ¡Nos leemos!
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A mi el manga me encanta, sale de lo comunacho, de lo tipico. Ademas pienso que lo llevas a un EXTREMO CUALIQUIERA!, osea, entiendo que quieran todo color de rosas, pero tampoco la pavada eh.
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¡Hola, Daai! Lo primero de todo, gracias por comentar 🙂 En mi caso no es que quiera ver todo de color de rosa, lo que me resulta incomprensible precisamente es cómo se pinta de color de rosa una relación sentimental tóxica, disfrazándola de comedia y shoujo. Ookami Shoujo to Kuro Ouji desgraciadamente no tiene nada de excepcional en ese aspecto, hay múltiples mangas que hacen lo mismo. Si te gustan las historias donde se humilla al sexo femenino, te recomiendo Bokura no Koi wa Shi ni Itaru Yamai no You de. Creo que podría gustarte.
¡Saludos!
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yo no pude pasar del cuarto capitulo me irrito demasiado la manera en que el «principe» trataba a la «masoquista» en fin que bueno es saber que no soy la unica. Saludos.
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¡Hola, Gabi! 😀
Me alegra que compartas esta visión de Ôkami shôjo to kuro Ôji, más personas deberíamos ser porque algunas cosas son de auténtica pena… en fin. Ya llegarán mangas mejores 😉
¡Gracias por comentar, saludos!! 😀
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Vale, yo opino lo mismo (como dos o tres años después, pero lo bueno es que no llegue a la página por la porquería está de la que hablas) en fin, la verdad es que vi el anime, no leo el manga porque no tengo ni el más mínimo interés en saber si fue fiel a la historia ni nada por el estilo, me vale, pero de verdad que con este shojo se pasaron y es que es tal como lo dices, es una relación asquerosamente tóxica que ni trama tiene, no tiene nada, pero nada de buena y me alegra que de verdad pueda encontrar con gente que opinó lo mismo de este anime/manga y es terriblemente sorprendente las cifras de ventas de esto, pero bueno que nada se puede hacer con los gustos de otros, por mi parte creo que gracias porque hace falta gente que le aclaré la cabeza a las chicas que, no lo dudes, andan buscando relaciones así (inserte emoji enfermo) en fin, solo dejo esto por acá, buena entrada.
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Eso sí, aclaro, sin ánimos de ofender a naaaadieeeeee que no faltan los que se ofenden, ahora sí. Chao
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A mucha gente le resulta difícil comprender que no todas las opiniones tienen que compartirse o respetarse; lo que sí debemos respetarnos somos las personas. Y una opinión no es una persona 🙂
Pero haces bien en aclararlo, yo también me veo obligada de vez en cuando 🙂
¡Saludos, Suzu! 😀
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