Por cuestiones personales y familiares, no he podido atender como me habría gustado SOnC. El blog ha estado incluso a punto de desaparecer, porque la falta de tiempo, el cansancio y la tristeza me estaban devorando. Pero aquí estamos de nuevo. He echado muchísimo de menos el poder escribir, soltar mis parrafadas ridículas y desahogar el ánimo. Esta bitácora es casi como una terapia. Bueno, sin casi.

Por eso esta temporada de primavera animesca que acaba de finalizar, la he dejado muy, muy colgada. Reconozco que estaba muy contenta con Megalo Box, Hinamatsuri y Hisone to Masotan, pero finalmente solo he podido terminar la serie de estas intrépidas mozas que pilotan dragones. Y no ha sido una pérdida tiempo, es una obra que en general me ha gustado bastante, pero que ha tenido también una serie de cosillas que me han parecido cacafú. De ahí que haya decidido hacerle una reseña.

Hisone to Masotan cuenta la historia de una novata, Hisone Amakasu, de las Fuerzas Aéreas Japonesas. Pronto es seleccionada para una misión especial de particular importancia y naturaleza ultra-secreta: ser piloto de un dragón. Pero es el dragón el que elige a su oficial, no puede ser cualquiera. Existe una conexión única entre piloto y animal que es todavía un misterio. Hisone tiene escasas habilidades sociales y resulta inoportuna por su incontinencia verbal, pero allí en la base de Gifu conocerá a otras aviadoras que compartirán su misma misión. Cada una de ellas tiene varios obstáculos personales que superar, pero su entusiasmo por el trabajo y la amistad que surgirá entre ellas conseguirán que su encomienda se lleve a cabo con éxito. Sus vidas cambiarán para siempre, porque pilotar un dragón desde sus mismísimas entrañas no es cosa baladí.

Esa es la sinopsis aproximada de Hisone to Masotan, un anime que esta primavera se ha erigido como la sorpresa, la bizarrada, el descubrimiento feliz. Una serie netamente japonesa que solo habría podido nacer en las islas por multitud de motivos. Tiene de todo un poco: romance, comedia, fantasía, intriga, ciencia-ficción… y folclore japonés. O más bien debería decir trasfondo sintoísta. ¿Problemas con mezclar sci-fi y religión? No te preocupes, que en esta serie se lo montan la mar de bien. Es todo como muy loco, pero sin carecer de coherencia interna. Japón es eso, modernidad y tradición… aunque en ocasiones la tradición sirva a oscuros intereses.

HisoMaso tiene un reverso tenebroso espeluznante. Detrás de una historia de superación personal, amistad y trabajo en equipo, con sus pequeños dramas y momentos tiernos, se presentan una serie de dilemas bastante peliagudos. Que no os engañe la desenfadada personalidad de su protagonista, su optimismo y brutal honestidad. Tras la bondad de sus dragones kawaii, se encuentra el infierno. El infierno japonés, claro, porque Hisone to Masotan es magnífica a la hora de plasmar la situación de la mujer nipona en la sociedad, lo que se espera de ella incluso. Y nuestro amado Cipango, como ya sabemos, es el peor país desarrollado en términos de igualdad entre hombres y mujeres. Existe una discriminación laboral y social abrumadora, así como una separación gigante de roles en función del sexo.

Y eso HisoMaso lo estampa a la perfección. La mujer es representada como esclava de sus emociones. Y esas emociones y sentimientos son los que le pueden impedir desarrollarse profesionalmente. Las mujeres son emotivas, no racionales, en su naturaleza no está realizar según qué tipo de labores. Lo suyo es encontrar el amor, casarse y retirarse al hogar para cuidar de su marido e hijos. Esta noción tan arcaica continúa muy vigente en Japón, asumido por las propias mujeres además, desperdiciando de esta manera un potencial incalculable de personas completamente preparadas que se ven abocadas a ser amas de casa. Sus carreras profesionales siguen la vereda del llamado ippanshoku.

vlcsnap-2018-07-04-19h18m51s891

vlcsnap-2018-07-04-19h18m42s271

En cientos de detalles aparece cristalizada en HisoMaso esta concepción de lo femenino y de la mujer. No es una crítica hacia la serie, todo lo contrario. Me parece excelente que hayan vertido de manera tan natural (para Japón lo es) una situación tan penosa para la mitad de su población. El acoso sexual, la minusvaloración de sus esfuerzos, la infantilización de sus personas, la discriminación, etc. Las mujeres de Hisone to Matosan trabajan además en un entorno especialmente hostil, dominado por una presencia mayoritaria masculina que no las considera sus iguales, sino unas entrometidas incompetentes que deben tolerarse porque su actual posición de cierto privilegio es indispensable y solo temporal.

¿Y cómo enfrentan estos problemas nuestras protagonistas? Clásica es la actitud de Eri Hoshino, así como muy interesante la de Hisone Amakasu. Ambas son las únicas además que tienen que confrontar ese atolladero sentimental que encadena a todas las mujeres (¡ejem!). Los dragones, por muy monos que sean, exigen devoción absoluta, una total sumisión que solo puede provenir de una persona vacía, sin autoestima. Es una alegoría impecable de la situación que encaran a diario millones de japoneses. El hombre es un siervo de la empresa; la mujer, si desea tener hijos, no puede dividir su lealtad entre dos. O el trabajo o la familia, no existe conciliación. La verdad es que resultaría apasionante saber si Mari Okada decidió expresar a propósito todas estas cuestiones que aparecen subyacentes en la serie, o si le salió así sin más.

Hisone to Masotan es un anime diferente, aunque no especialmente original. Que no es lo mismo. ¿Por qué? Porque se nutre de muchísimos clichés que estamos acostumbrados a masticar y comer de diferentes géneros. Sin embargo, y ahí radica la diferencia, rara vez aparecen combinados entre sí. HisoMaso es en sus cimientos un slice of life de pura cepa, pero que se mezcla con temática militar, mecha, sci-fi, fantasía, folclore japonés y romance. También hay un ligero toque de comedia. Y ese tipo de amalgama no suele ser habitual, por eso se trata de una serie distinta del resto.

Para un devorador curtido de slice of life el elenco de personajes y sus personalidades resultan una senda bastante familiar; para un amante de la fantasía la evolución del argumento también es conocida, incluso un poquito sosa; y para un fan del folclore nipón tampoco ofrece nada del otro mundo, es una melodía que ya ha sonado otras veces. Todo salpimentado de esa comedia leve con suaves tintes absurdos que todo otaco conoce de sobra. Pero es, como antes señalábamos, la unión de todos esos elementos en el mundo de la milicia lo que hace de HisoMaso un anime bastante WTF.

Supongo que ese contexto militar habrá ahuyentado a bastantes espectadores, porque se suele relacionar con seinen hipermusculados de testosterona efervescente. Otros que hubieran consumido con placer un seinen de ese tipo (que no son pocos) se han encontrado con un alegre e inocente slice of life vestido de verde botella. Y esos prejuicios no han permitido que la serie tuviese el impacto que hubiera merecido por su calidad. Porque a pesar de sus defectos, es uno de los mejores anime de lo que llevamos de 2018.

Hisone to Masotan se ha esforzado, Hisone to Masotan ha arriesgado, Hisone to Masotan ha elegido ofrecer un producto distinto y el resultado no ha estado del todo mal. Se agradece bastante. Dejando de lado los típicos arquetipos de personajes animescos que disfrutaremos (y sufriremos) por los siglos de los siglos, algunos de ellos han sido apenas desarrollados, como era de prever en una serie de esta duración. Y esos boquetes en su psicología, dejándolos esbozados como marionetas, duele mirarlos. Y da penita, porque se atisba un potencial interesante que por falta de espacio, tiempo y mejor organización ha quedado truncado. Aun así, no se puede evitar cogerles cariño, a veces porque recuerdan a personajes de otros anime. Las similitudes con algunos de Little Witch Academia casi casi rozan el plagio.

En resumen, admito que me habría gustado poder disfrutar de unas relaciones más consistentes entre los personajes, conocer también un poquito más a algunos, que han quedado bastante desmadejados. También habría agradecido unos últimos episodios menos atolondrados, en los que se nota que 12 episodios resultan exiguos para desarrollar ciertas dinámicas personales, sobre todo entre secundarios. Pero esto es lo que hay, y tampoco ha estado tan mal. Lo he pasado muy bien viendo Hisone to Masotan, que no es poco.

Si hay algo que me ha entusiasmado sin reservas de HisoMaso ha sido su música. Taisei Iwasaki ha hecho un trabajo estupendo; ya le había echado la oreja, no obstante, en Kekkai Sensen, donde me sorprendió muy gratamente. Y aquí ha vuelto a triunfar con una banda sonora clara, emotiva y muy bien orquestada. Habrá que seguirle la pista a este chavalote,  ya que está comenzando con bastante buen pie.

Respecto al opening y ending, que suelen ser cosas a las que no presto ninguna atención porque generalmente me parecen atrocidades, destaco la maravillosa versión que se han cascado las seiyû de las protagonistas en el tema de cierre, ¡una delicia! Aunque me sigo quedando con la original de la irrepetible y mítica de la chanson française France Gall.  Fue una canción incluida en su quinto disco, Baby pop (1966), también muy recomendable. La verdad es que ha sido un detalle muy bonito rescatar esta joyita del pop, los melómanos la hemos apreciado mucho. Para que veáis que no miento, os dejo con la interpretación inicial de la Gall. La japonesa está chula, sin duda, pero esta mola más.

Prosiguiendo con el apartado artístico, la animación, los diseños o el colorido me han encantado. Es algo tan alejado del anime estándar actual… ha sido refrescante. Esa textura en el dibujo, con el trazo mínimo y muy marcado, que casi se asemeja más a un boceto en su simplicidad, evocando la ingenuidad de los dibujos infantiles, ha sido gloria bendita. ¡Qué gran expresividad! Un descanso, un alivio entre tanto anime moderno de fachada pulcra, aséptica y anodina. Un guiño para los que echamos de menos el anime cel y leemos mucho manga, porque HisoMaso es una declaración de amor a los tebeos. Meridiano.

Y para cerrar esta reseña algo atípica, os voy a dejar con una foto especial. Porque me da la gana. Estas que veis abajo son, de izquierda a derecha, Frances Green, Peg Kirchner, Ann Waldner y Blanche Osborn. Ellas eran pilotos de B-17 («Fortalezas volantes») en la Women Airforce Service Pilots durante la II Guerra Mundial. De las 25.000 mujeres que deseaban acceder a un puesto como aviadoras, 1830 fueron aceptadas y solo 1074 se ganaron las alas. Entre ellas este cuarteto. Unas pioneras. Todavía es una rareza ver a una mujer pilotando un avión (solo un 3% de los pilotos son mujeres), pero su número va aumentando a pesar del techo de cristal y los convencionalismos. ¡Mucha fuerza, chicas!

waspwwII

Esto ha sido todo por hoy, espero que este comeback sea una vuelta a las habituales rutinas estrafalarias de SOnC. Para cualquier cosita, tenéis los comentarios a vuestra disposición más abajo, as always. Buenos días, buenas tardes, buenas noches.

13 comentarios en “Mujeres en un mundo de hombres: Hisone to Masotan

  1. Me alegro mucho de que hayas vuelto. “Si orden ni concierto” es de los escasísimos blogs de cuyas opiniones me fío a la hora de elegir animes para ver. Además, tus entradas siempre son interesantes, muy bien documentadas y escritas con mucho detalle. Mucho ánimo y no te diré que no lo dejes (sé lo complicado que es llegar a todo), pero a veces son fases y, tanto si decides subir entradas con regularidad como si no, el blog siempre estará ahí esperándote (a no ser que dejes de pagar el mantenimiento del dominio, claro). Si decides seguir aunque sea de tarde en tarde, será una suerte seguir leyéndote. ¡Un saludo y ánimo!

    Le gusta a 1 persona

    1. ¡Muy buenas, Teseo! 🙂

      Gracias por tus amables palabras y consideración, ¡así da gusto regresar al mundo blogueril <3! Gracias también por la confianza depositada, espero que puedas seguir disfrutando de entradas futuras 🙂

      La verdad es que el blog se ha ido convirtiendo también en una especie de consuelo, y saber que estaba ahí inactivo me daba un poco de penita. Aunque las prioridades vitales fuesen otras y me diesen ganas de tirar la toalla en muchos aspectos, hay que intentar seguir adelante siempre 😉

      ¡Un gran abrazo, gracias de nuevo!

      Me gusta

  2. Jo, Sho, me alegro un montón de verte de vuelta. Totalmente lo que dices, escribir es terapéutico, sea con esa intención o no. Ojala ahora o mas adelante tengas un buen periodo de inner peace, que sabes que después de la tormenta viene la calma. Respecto a la serie, me has animado a completarla, que creo que solo vi un par de episodios? Y como era época de finales y tal, solo continué MEGALOBOX, que tuvo un buen desenlace, pero opino que no le hizo honor a su episodio piloto – y mucho menos, el nudo-. Es verdad que HisoMaso echa para atras a mucha gente por lo militar. Yo en vez de a músculo y hormona de cojón lo asocio a psicopatas pirados por las armas, la verdad… Probablemente caiga en esta temporada que entra, para compensar, porque está super pobre XD Por ahora solo espero esa peli que adapta un relato de Rampo, jojojo. Por cierto, es verano → ¿peticiones estivales? ¿Te escribes algo sobre Shintaro Kago, o qué te parece el eroguro? Me he acordado al ver la imagen clipada de ¿Midori? al margen del blog. Sayonara~

    Le gusta a 1 persona

    1. ¡Muy buenas, Arrowhead!

      Oído cocina para la petición estival, me gusta Shintaro Kago, y el eroguro siempre me ha parecido un género apasionante ❤ como feroz amante del terror que soy no podía resultar de otra forma 🙂 Sí, es Midori, adoro también a Suehiro Maruo, de hecho es mi autor favorito de eroguro.

      Este verano tiene una pinta muy tristona, pero nunca se sabe. De momento no he visto nada ni tampoco tengo demasiadas ganas de ponerme con ella… a no ser que observe que la otaquería se emociona mucho con algo. Entonces es probable que me suba al carro o espere a que acabe la temporada para hacerme maratón.

      Megalobox la tengo pendiente y con mucha hambre de verla, porque los episodios que vi me gustaron bastante. Pero ya he leído por ahí que, aunque no ha sido mala serie, se esperaba más. Ains.

      ¡Saluditos, gracias por comentar! <3<3

      Me gusta

    1. ¡Hola, Murmujú!
      Estoy totalmente de acuerdo contigo, la historia de Sada está desaprovechada, parece como interrumpida ¡y podría haber dado tanto juego! Además es un personaje con mucho potencial y jugo, me dolió que la dejaran así :/
      ¡Saludos!

      Me gusta

  3. Hola Sho, bienvenida otra vez a tu bitácora 🙂 (decir bienvenida otra vez a secas no sería muy exacto, pues ya has escrito antes en las Otañeras) Con todo lo que has comentado sobre este anime indudablemente me han dado ganas de visionarlo.
    La mención de «un reverso tenebroso» es la que me ha conquistado, como no podía ser de otro modo jajaja. Es que tanto kawaii a mí no me gusta, estoy a favor de los términos medios (tirando más de la cuenta a lo oscuro, shhh)
    Ahora, viendo las imágenes que has usado para ilustra esta entrada (geniales por cierto) me doy cuenta que la indumentaria de Hisone como civil y la mía se parecen mucho (no sé si alegrarme o preocuparme)
    La mención de las pilotos de avión ha sido un gran detalla, pienso lo mismo: espero que poco a poco la situación se revierta y más mujeres surquen los cielos. Que no es por falta de ganas sino de oportunidades. Estoy harta de que se subestime tanto a la mujer en algunos ámbitos, no es sólo en Japón donde se perciben estas cosas. Si por estos lares donde vivo la situación ha mejorado ha sido más por necesidad económica que por otra cosa. Y lo digo con conocimiento de causa, que aún escucho comentarios despectivos respecto a que una mujer trabaje en ciertos puestos. En fin, poco a poco esto seguirá cambiando y espero a mejor. Un abrazo enorme 🙂

    Le gusta a 1 persona

    1. ¡Muy buenas, Coremi! ❤

      Yo también soy muy parca en mi indumentaria, suelo ir con camisetas y vaqueros negros, no me gusta "adornarme" demasiado, me agobio (ya sé que suena raro xDD)
      Hisone to Masotan es perfecta para entender y observar con ojo crítico la sociedad japonesa y la situación de la mujer en ella. Se aprende un montón. Y la actitud de las protagonistas es también la standard, así como la reacción del grupo. Y siempre es la de responsabilizar únicamente a la mujer, en ella recae todo el peso NEGATIVO, que además como sujeto pasivo, no tiene demasiadas opciones, por eso también deciden por ella. La noción de sacrificio se husmea también. Y no te cuento más o acabaré soltando algún tremendo spoiler :X

      El machismo es una lacra extendida por todo el planeta, pero en Japón parece que sorprende más toparse con él porque se considera un país muy avanzado. Y lo es tecnológicamente, pero a nivel social se encuentra muy, muy atrás.

      ¡Un abrazote, Coremi, nos leemos! ¡Gracias por estar ahí! :3

      Le gusta a 1 persona

  4. No me gusta gustan las reseñas tan chulas… me hacen tener ganas de ver más animes… jo…
    Fuera bromas me ha encantado leer esta reseña con opiniones y curiosidades a partes iguales. Le hincaré el diente a este anime en cuando tenga oportunidad (espero apurarme antes de que Netflix le saque segunda temporada). Un saludito desde las Italias ^^

    Le gusta a 1 persona

    1. ¡Aloha, Pablo! 😀

      Estoy segura de que no te arrepentirás de ver Hisone to Masotan, es una serie bastante particular 😉 Me alegra que hayas disfrutado de la entradilla, ¡gracias por comentar!

      ¡Saludito de vuelta desde los Pirineos! ❤

      Le gusta a 1 persona

Deja un comentario