Hacía un tiempecito que no realizaba un tag, así que este ha caído como agua de mayo. ¡Muchas gracias, Rizen, por tenerme en cuenta! Ella es, junto a Matías (Sekainime) y Jane & Umibe (El Destino de la flor de cerezo), mis «hermanos blogueriles», pues empezamos más o menos al mismo tiempo. Así que os exhorto a que paséis por la bitácora de mi «hermana blogueril» El agua es blanca, y echéis un vistazo atento a todos sus contenidos, porque merecen la pena.
Pero regresemos al meollo: ¿de qué va este tag? Pues consiste en pillar la última letra del nombre del blog que te nominó y con ella elegir un seiyû, un personaje, un manga, una serie de anime y una película animada que comiencen con dicha letra. Luego nominar a 3 bitácoras más. ¡Difundamos el otaquismo por el universo entero! Rizen también ha ofrecido la alternativa de elegir la letra de su nick para llevarlo a cabo, y esa ha sido mi opción. Viva la letra N, nasal, alveolar y sonora. Empecemos.
Un seiyû
Es una de las bestias pardas del anime, sin él no tendríamos a Spike de Cowboy Bebop, a Ryôga de Ranma 1/2, a Togusa de Ghost in the shell, a Daniel Carneiro Jr. en Michiko to Hatchin… ¡qué sé yo! Decenas y decenas y decenas de personajes imprescindibles más. Pero lo he escogido en concreto por el papelazo que ha realizado este año en Shôwa Genroku Rakugo Shinjû como Sukeroku Yûrakutei. En realidad los actores que interpretaban a los rakugoka lo han hecho de forma excepcional, pero Kôichi Yamadera me gustó especialmente. Y eso, ahí lo tenéis, amando a Pikachû.
Un personaje
No lo he meditado mucho: Nausicaä. Para mí es de cajón. Aparte de que AMO el film Kaze no Tani no Nausicaä (1984), ella representó muy bien lo que serían a partir de entonces las clásicas protagonistas de los estudios Ghibli: personas. Ni más ni menos que personas, nada de arquetipos timoratos o lúbricos de lo que supuestamente es la feminidad. Puta o santa. Pues va a ser que no. Gracias, Miyazaki-sensei.
Un manga
Me hace ilusión hablar de este manga porque creo, o esa es mi impresión (puedo estar equivocada), que no lo conoce mucha gente, a pesar de que el autor sí que es bastante célebre (y con motivo). Me refiero al grandísimo Naoki Urasawa, y el tebeo del que hablo se llama N.A.S.A (1988). Desde luego no se encuentra al nivel de obras como Yawara!, Monster o 20th Century Boys, pero es una colección de one-shots muy aconsejable y divertida. La primera historia, que lleva el mismo título que el tankôbon, es entrañable: el sueño de un hombre maduro por convertirse en astronauta, por lo que decide construir un cohete con la ayuda de un amigo. Todos los relatos tocan temáticas diferentes pero comparten la chispa de humor absurdo, la dureza de la realidad y una conclusión curiosa. Incluye además el primer manga que publicó Urasawa: Beta!! (1983).
Una serie de anime
Podría haber elegido, por ejemplo, Nodame Cantabile, Neon Genesis Evangelion, Nana, Natsume Yûjinchô o Nichijô, que me gustan todas mucho. Pero prefiero decantarme por una serie que me ha costado conseguir lo inenarrable. Y la he terminado hace unos días. A ver, que fue una cuestión de media hora… porque es un anime de capítulos de 1 minuto y medio más o menos. Y son doce en total. Se trata de Neko Nanka Yondemo Konai, es del año pasado y una de esas micro-gilipolleces deliciosas que suelo engullir con sumo placer. Importante: hay gatos. Dos, Kuro y Chin. Y de eso va todo el tema, un mangaka encuentra en un desolado día de nevada una caja con dos mininos. Abandonados para morir en la calle, ¡qué crueldad! Los lleva a casa y se los presenta a su hermano pequeño, que se dedica al boxeo. ¿Terminará congeniando con los bichillos, que no le han hecho excesiva gracia cuando han asomado sus hocicos? Pues claro que sí. Pero más cosas sucederán en la vida de nuestro púgil, muchas (y asquerosas) más…
Una película de anime
Nitaboh (2004) la recomiendo ante todo para los fans de la música. No tiene ni la mejor animación, ni el mejor desarrollo, ni los mejores personajes. Es un largometraje de tipo medio sin descender a lo mediocre. Pero es interesante y se hace querer conforme avanza. El problema que suelo encontrar en esta clase de películas que se deslizan entre la medianía es que me acaban aburriendo, sin embargo Nitaboh no lo hizo. Toda una virtud. Cierto que deja escapar los posibles momentos de clímax haciendo que resulte demasiado homogénea; no obstante esa particularidad tiene una ventaja: no hay apenas melodrama baboso. Toda la cuestión de las emociones se solventa con serenidad, que no frialdad. Y eso es porque Nitaboh se concentra en contar su historia, sin aspavientos, pero bien narrada. ¿Y cuál es esa historia? Pues la vida del músico Nitarô Akimoto (1857-1928), que revolucionó la técnica y composición del shamisen creando un nuevo género, el Tsugaru-jamisen. He de añadir además que este hombre era ciego. El relato del anime comienza en su niñez, la enfermedad, su búsqueda vital, cómo fue desarrollando su destreza y método, etc. Realmente un film fascinante, se aprende un montón.
Solo resta agradecer de nuevo a Rizen su nombramiento y escribir mis tres nominados, que son:
Pau de El Blog de una Pauutopía
Wanda de Entre sábanas y almohadas
Espero no haberme repetido, soy bastante despistadilla. Por supuesto, no es obligatorio realizarlo. Luzbel me libre de forzar a nadie a nada. Pero si estás leyendo esto y te apetece hacerlo igualmente, ¡anímate y sin vergüenza! Lo importante es propagar la plaga del otaquismo por toda la galaxia. Buenos días, buenas tardes, buenas noches.
Edición 23/10/2016
Angelique en su tag, rápida como el rayo, ha añadido una categoría más: mangaka. Me ha parecido una idea estupenda porque, ¡son la piedra angular del otaquismo! Así que me sumo a su propuesta y la incorporo también. ¡Más vale tarde que nunca!
Un mangaka
Y no escojo una, sino dos. Dos autoras que actualmente me gustan mucho y, por suerte además, se están haciendo un hueco en el panorama editorial en español gracias a Milky Way y Tomodomo: Natsume Ono y Asumiko Nakamura. Ambas tienen estilos muy peculiares que se alejan por completo del manga tradicional; pero son, junto a otras mangaka como Akino Kondô, Est Em, Murai, Fumiko Fumi, etc, creadoras que con su talento están abriendo nuevos caminos en el mundo del manga. Sin mucha pirotecnia, pero ahí están. Aquellos que estén acostumbrados a leer cómic más comercial, quizá les resulten chocantes sus dibujos e historias, pero os aseguro que merecen toda nuestra atención. Siempre cuesta hacerse un poco a lo distinto, pero existe vida más allá de Shônen Jump. Espero poder tener más material suyo entre manos pronto.
Muchas gracias por la nominación. Buenos gustos los tuyos aunque no he pillado lo del seiyu, no he visto la «n» XD. Menos mal que la nominación es como el nombre del blog que fuera con nick, ¡ay, la de vueltas ala cabeza! Besiñes 😉
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De nada, Ange 😀 Lo del seiyû no hay nada que pillar, lo he puesto porque tenía ganas de cascarlo y listo xD Una licencia 😛 solo una, ¿eh? En el resto me he portado bien :3

Bisous! ❤ ❤
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Tú sí que sabes 😀
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He leído que Ristorande Paradiso no les ha funcionado a Milky Way, así que no sé hasta qué punto les interesará traer algo más de Natsume Ono :/.
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Pues probablemente entonces no se atrevan con más material de Natsume Ono, porque Ristorante Paradiso es de lo más accesible que tiene… una lástima entonces. Es una de mis mangakas top, tanto por su estilo dibujando como por las historias que cuenta. Habrá que seguir tirando del mercado anglosajón, que parece ahí sí gusta bastante
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