Y llegamos al último día de este curioso tag. Se me ha hecho un poco raro eso de publicar diariamente, pero reconozco que la experiencia ha resultado entretenida. Y, por supuesto, gracias de nuevo, tlacochcalcatl Khalil; a sus órdenes cuando lo conmine otra vez.
Para finalizar, me voy a tomar una licencia, y es que no va a ser una frase o una cita. Me temo que será algo más largo… en concreto una receta de cocina. Dudo si explicar primero su procedencia y la razón de que la haya elegido. Pero creo que no. Así será más divertido. Que aproveche.
Sesos a la molinera
Antes de nada hay que poner los sesos en agua fría durante una hora o dos. Después quite con cuidado las pielecillas y los filamentos sanguíneos que los envuelven. Cuando estén bien pelados, póngalos en una olla con bastante agua para que los cubra completamente (enrojecerán por estar desnudos y temblorosos ante usted). Añada una o dos cucharaditas de vinagre, sal, pimienta, un ramillete de flores y un dientecillo de ajo cuando haga glú-glú.
Cuando los sesos estén cocidos (es contraproducente entregarse a demasiadas excentricidades), pártalos en dos, dispóngalos sobre una fuente y vierta sobre ellos mantequilla fundida. Si usted conocía íntimamente a la molinera, los encontrará mucho más sabrosos. También pueden servirse en su propio cráneo, pero los cabellos son desagradables y se corre el riesgo de echar a perder el plato.
Esta receta tan peculiar es solo una entre las decenas que se encuentran en un libro muy especial para mí: La cocina caníbal (1970) de Roland Topor (1938-1997). Tenemos ojos de miope al gratín, hígado de suiza a la cazuela, guardabosques al vino de Madeira, vasco a la vasca, pies de majorette con huevos duros y un largo etcétera de absurdos culinarios totalmente hilarantes. Porque no sé si es obvio, pero se trata de un libro de humor. De humor muy negro.
Mi padre tenía este volumen y, como buena rata de biblioteca que era (soy), a los 7 años me animé, candorosamente, a leerlo. El título ya me producía bastantes recelos y, por ello mismo, resultaba un imán tremendo. Después de devorarlo, por supuestísimo, NO ENTENDÍ NADA; pero aun así lo continuaba repasando una y otra vez a escondidas. Me horrorizaba y fascinaba al mismo tiempo; las ilustraciones además eran tan malsanas e insólitas que me tenían hipnotizada. Y como en aquel entonces algunas estampas de Topor no me parecían que estuviesen al nivel de ese recetario imposible, comencé a dibujar mis propias versiones de los platos con rotulador rojo… en el mismo libro. Qué desgracia. Ahora me río, pero la cara que puso mi padre cuando descubrió mis fechorías pictóricas en un libro encima que no podía leer todavía, fue apoteósica. Montó la de San Quintín, lógicamente, pero a partir de entonces pude ojearlo ya con tranquilidad sin necesidad de encerrarme en el puto baño.

El libro con mis garabatos gore sigue por ahí rondando en casa de mi madre; cuando lo considera oportuno, mi hermano saca a relucir el «desastre» para avergonzarme y reírse en mi jeta. Normal. La cocina caníbal me era muy querido y, conforme fui creciendo, lo llegué a apreciar infinitamente más. Esta receta era una de las que más me gustaban, por eso la he elegido.
Y esto ha sido todo, espero que os hayan gustado, aunque solo sea un poquito, estas citasfraseswhatever. Buenas noches, buenos días, buenas tardes.
Unortodoxo, aunque Antropofaguicamente delicioso… 😀
Excelente cierre y asi son los padres. Mi mamá TODAVÍA se acuerda que le pase con la andadera encima al disco ( LP no CD ) de la «Desiderata» de Juan Manuel Bernal y se lo quebré…
😀
Me intriga el sabor del «Vasco a la Vasca»…
me imagino que Anibal Lecter tenía este entre sus libros de cabecera…
Saludos!
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¡Buaaaah!! ¡Veo tu comentario ahora! xD ¡Cabeza tan estupenda tengooo!
La reedición de este libro tiene en su contraportada precisamente esto: «Las recetas de La Cocina Caníbal harían las delicias del menú de Hannibal Lecter: el hombre es el mejor alimento para el hombre». Así que has acertado de pleno 😀
¡Saludos, Khalil!!!
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quiero ese libro. lo quiero! (me dicen sesos y me recuerda a indiana jones 2 la parte en q les sirven sesos de mono).
tags tags ~~ ultimamnt ando tan corta de tiempo que ni para actualizar el blog tengo D:
igual me haré de algo de time para completar este tag (agradezco la nominación tmb gracias x tenerme en cuenta) y de me ocurren varias cositas para aportar…
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«La Cocina Caníbal» tiene una reedición de Tropo Editores. Me hice con él cuando se publicó porque quería tener mi propio libro… sin pintarrajos infantiles 😛 Está muy bien, la traducción es ligeramente distinta del que destrocé de AHR (más fiel al original, por cierto) aunque las ilustraciones difieren también. Te dejo el link: http://www.tropoeditores.com/catalogo.asp?idLibro=71
Es que Indiana Jones y el Templo Maldito creo que ha perturbado la mente de todo niño que la viera… ese festín en el palacio del Rajá adolescente es ENFERMO jajajaj ¡Y cómo arrancan los corazones en honor a Kali!!! Bestial xD
El tag cuando tengas tiempo, tranqui, no hay prisa, ya sabes 🙂
¡Un abrazoteeeee!! 😀
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