
La temporada invernal ya está casi finiquitada. Una temporada bastante floja, pero que ha tenido también sus cosas buenas. Como indicaba en la anterior entrada, para mí ha sido algo agitada porque he ido abandonando series y subiéndome al carro de otras. Por probar. ¡Es bueno experimentar, carallo! Así que comenzaré por lo fácil: los adioses.
Rolling☆Girls
ローリング☆ガールズ
Uy, esta la envié a la mierda muy pronto, al tercer capítulo. Es lo que tiene pasarse de rosca con las absurdeces, que se vuelven vacías si no hay algo de chicha detrás. Y yo no capté ni chicha ni hostias en vinagre. Que las protagonistas me parecieran medio mongers tampoco ayudó demasiado. El chicle de fresa ácida perdió el sabor muy, muy rápido. Y eso que el apartado visual es sensacional… pero no, no quise morder ese anzuelo porque no es suficiente. El problema de esta serie en realidad se puede sintetizar en una sola palabra: narcolepsia. Así que… sayonara. Me gusta dormir, pero no cuando veo anime.
Akatsuki no Yona
暁のヨナ
No voy a encontrar ningún tipo de comprensión o empatía por mi decisión de abandonar esta serie. Lo sé perfectamente. Todas las semanas leo como la gran mayoría disfruta con este anime, y lo disfruta de verdad además. Comprendo también las razones por las que está gustando tanto. Pero yo al final me he rendido y he preferido apartar una serie que no me hacía sentir nada. A mí me gustaba el malo, joder, y casi no le he visto el pelo. Me parecía un personaje muy intrigante y complejo, un mal bicho con mucho potencial… pero nada, ardillitas y una heroína sobreprotegida por un harén de machos rendidos a sus pies. Ains. Que sí, que las aventuras están bien hilvanadas, que la protagonista va creciendo, que tiene momentos muy emotivos (a veces demasiado) y tal… pero Akatsuki no Yona no es para mí. A este anime lo veía venir desde lejos, y si me pasa eso y además no logro simpatizar con los personajes principales, acabo con un hartazgo monumental. Me habría encantado poder gozar de esta serie y no habrá sido porque no le haya dado oportunidades, ya que tiene los ingredientes necesarios para gustarme pero… c’est fini.

Junketsu no Maria
純潔のマリア
Esta serie la comencé poco después de haber renunciado a Rolling Girls, animada además porque Rizen la estaba siguiendo. Y debo decir que, más que enviarla al País de las Cacas, la tengo en barbecho. Ahora no es su momento. Hay muchos elementos que me chirrían de este anime, muchos, pero por otro lado me sorprendió porque he encontrado una profundidad inusitada en su argumento; un argumento que, a priori, me parecía bastante imbécil. Hasta un poco insultante por anodino y repetitivo. PERO NO. Y la he tenido que dejar descansar porque empezaba a hacerme sentir fatal el tipo de injusticias y maldades que refleja. Nada del otro jueves, los humanos siempre hemos sido unos completos hijos de la grandísima puta, pero ver brotar todo esto delante de mis narices justo ahora… pues no hay ganas. Dentro de unos meses, quizá. Me ha pillado torcida al respecto. El varapalo que le mete a la Iglesia católica (y al cristianismo en general) este anime es de órdago, no obstante. Eran otros tiempos, claro, pero los mecanismos que se plasman en la serie no han cambiado. La animación muy chula, por cierto.
Saenai Heroine no Sodatekata
冴えない彼女の育てかた
El motivo principal por el que me animé a ver esta serie es de lo más estúpido: el protagonista masculino lleva gafas. Veo a un megane-kun y pocas veces me resisto. Y claro, luego pasa lo que pasa. El capítulo 0 me dio una impresión nefasta: típico anime para otakus pajeros a rebosar de fanservice, un típico harem femenino libidinoso y personaje principal con un problema de discapacidad intelectual severo. La razón de que, a pesar de esto, luego viera el primer episodio, para mí sigue siendo un misterio. Pero por lo menos la cosa cambió ostensiblemente: de parecerme un mojón pestilente pasó a cosita curiosa desustanciada. Un gran paso, he de decir. Que el argumento orbitara en torno a un dôjin de adolescentes dedicado a la creación de un videojuego, me llamó la atención. No esperaba algo a la altura de Shirobako, pero el capítulo 1 supuso un alivio tras ese castañón introductorio. El vigor del ecchi petardo se redujo y el mozuelo protagonista se convirtió en simplemente un otaku apasionado, aunque su C.I. continuara siendo el equivalente al de un cactus. La animación es justa y con detallitos cromáticos peculiares; la comedia ligera y los personajes, aunque muy tradicionales, bien rematados. Vamos, un producto nada del otro mundo pero entretenido.
¿Qué me hizo abandonarlo? Muchas cosas, pero en general la sensación de que estaba perdiendo el tiempo a pesar de que no me pareciera un anime cochambroso (ni mucho menos). De hecho, lo recomiendo si se desea una serie liviana, que se ríe abiertamente de los clichés y sin pretensiones.
Kamisama Hajimemashita
神様はじめました◎
Me he quedado un poco plof con este anime pero no porque me haya decepcionado en sí (todo lo contrario), sino a causa de que esperaba más capítulos o que se metieran en harina con el pasado de Tomoe. Los que han leído el manga saben de lo que hablo. Pero esta segunda temporada se ha centrado en el arco argumental tengu. No es mi relato favorito de Kamisama Hajimemashita; pero tampoco creo que haya sido mala opción porque la serie en conjunto, con una historia así, ha ido creciendo de manera paulatina y equilibrada. Todo esto lo razono contando con una futura tercera temporada, por supuesto. Si no es así, mi plof ya se convierte en megaplof. Pero dejando de lado los desvaríos y anhelos de la forofa acéfala, esta segunda etapa animada de Kamisama ha sido lo que esperaba, cubriendo deliciosamente mis necesidades nutricionales de shoujo. Ha sido muy lindo recordar cómo va madurando Nanami y extremedamente placentero observar a Tomoe reconocer sus sentimientos y joderse vivo… quel merveilleux cadeau! (sí, soy un pelín sádica). La cita semanal con este anime ha sido siempre relajante y cálida, a pesar de la previsibilidad y sus carencias.
Yuri Kuma Arashi
ユリ熊嵐
No daba ni un duro por esta serie, sobre todo tras ver los dos primeros episodios, pero entre desconfianza y una sensación continua de WTF?!, continué dándole ahí. Y no me he arrepentido. A escasos dos capítulos del final, puedo decir que, a grandes rasgos, es una buena serie. Se encuentra a parsecs de Mawaru Penguindrum o Shoujo Kakumei Utena, pero aún así ha quedado claro que una obra mediana de Ikuhara todavía resulta francamente seductora. Como ya percibí al inicio, Ikuni ha ido reciclando recursos estilísticos y argumentales de obras anteriores; el diseño de los personajes me sigue pareciendo de una inexpresividad infantil desoladora (no me gustan), pero poco a poco me he ido acostumbrando. El argumento, que al principio consideraba loquísimo (YES!), ha ido ganando en consistencia de forma meteórica; las alegorías y juegos léxicos que aparecen, las referencias a obras clásicas del cine de terror y muchos más pormenores que seguramente se me escaparán, han enriquecido la serie de manera bestial. Como siempre sucede con Ikuhara, este anime posee distintas lecturas y a diferentes niveles; pero como se halla sin finalizar y estoy procurando ser breve, no me voy a poner a disertar ahora en plan lerdo-filosófico.
Death Parade
デス・パレード
Sin asomo de duda, este es mi anime favorito de la temporada. Una obra aguda y mortalmente divertida, que ha sabido recrearse en las intensidades de forma magistral. Por ella proliferan todo tipo de sensaciones y sentimientos, porque no deja de ser una ventana que se asoma al frondoso paisaje de las emociones humanas. No hay que negar que, en general, es una serie tenebrosa, y han desgranado, con bastante flema y exactitud, todos los misterios que envuelven el lugar y a sus personajes. Una serie que obliga a la reflexión, cosa que se agradece en estos tiempos de inmediatez y veleidad. Porque de lo que habla, al fin y al cabo, es de la vida y la muerte, una materia sobre la que se ha especulado desde que los seres humanos comenzaron a reventarse los cráneos los unos a los otros con pedruscos. Por supuesto, este anime da sus propias respuestas que, a pesar de que son ficción, no impiden que los espectadores juzguen los acontecimientos y las actitudes/acciones de todos los personajes (y hostia con los personajes, no hay desperdicio) que aparecen. Juzgar. Otra palabra clave con la que retoza esta serie, un juicio además maniqueo, que no otorga concesiones a la infinita gama de grises de la existencia. ¿O sí? Veremos qué nos depara la conclusión de Death Parade.
Shirobako
Otro de los animes que comencé por recomendación (gracias, Jeweelm), continué sin que me excitara especialmente y por el que no apostaba ni de coña, se ha ido convirtiendo en un compañero entrañable todas estas semanas. Se lo ha currado sin prisa pero sin pausa, porque dudaba seriamente que esta serie pudiera aguantar con solidez 24 soberanos capítulos. Pero lo ha hecho, sin estridencias. Chapeau! Como ya comenté en las primeras impresiones, esta obra es un auto-homenaje que se han cascado los del gremio; y está dirigida sin duda a los fans de la animación. Todos los guiños, tirones de orejas y pullas que se han expresado han sido un bonito presente para aquellos que hemos logrado verlos. Aparte de lo que se puede aprender de la creación y parto de una serie (con todo lujo de detalles), la historia del grupo de chicas está siendo también estupenda. No me he aburrido (y es lo que me temía) ni se me ha hecho pesada. Shirobako es realmente memorable. Discreta, aunque memorable; anime de los que se vuelven a ver. Un caramelito.
Menuda chistorra interminable de entrada me ha salido de nuevo. Ugh. Y no, no me he olvidado ni de Parasyte ni de Shigatsu wa Kimi no Uso. Es que merecen su entrada individual. Que llegará. En un siglo de estos, imagino.
Buenos días.
¡Hola Sho-Shikibu! 🙂
Cómo me atrapa tu manera de escribir. Me encanta tu manejo de las palabras (imagino que no seré ni la primera ni la última que te lo dice). Esta temporada ha sido algo flojita en comparación a las anteriores. Coincido contigo en Death Parade, pienso lo mismo que tú. Invita a una reflexión muy interesante y cada capítulo me da argumentos sobre los cuales dar vueltas. Kamisama también ha sido bastante agradable de ver semana tras semana, y es que no cansaba.
Empecé Shirobako pero me empezó a aburrir un poco. Aunque veo que mucha gente habla muy bien de ella, así que seguramente la retome!!
Una entrada genial, muchos besos! 😀
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¡Buenas, Kagura! 😀
La verdad es que no sé muy bien cómo reaccionar ante los halagos, me desconciertan, pero aún así se agradecen porque significa que hay personas que disfrutan con lo que se escribe, y ese es el objetivo también en cierta forma 🙂 Saikirei para ti, arigato!
Death Parade es una serie muy cuidada en todos los aspectos, no he percibido que decayera demasiado en ningún episodio. La atmósfera es oscura sin llegar a ser macabra, las tramas las han desarrollado bien… un anime compacto e inteligente.
El tema de Shirobako para mí es este: si tienes interés sobre lo que se cuece tras las bambalinas de la industria del anime, te gustará. Si el asunto te es indiferente o simplemente no te gusta, ya es otra historia. Porque tal como yo lo veo, Shirobako va de eso, aderezado con unas tramas interesantes, pero que no dejan de estar al servicio del fondo real de la serie. Y eso no es malo, porque en conjunto es un anime sólido y entretenido. Más de lo que me esperaba 😉
Kamisama es Kamisama, puro shoujo y bien trabajado. Yo también soy fan de Jirou ❤ !! Lástima que no se le vaya a ver mucho más (al menos lo que recuerdo del manga) 😦
¡Gracias por pasarte y comentar! 😀
Besos mil, preciosa! ❤
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Lol 😀
Me gustó mucho la entrada.
A mi me pasa lo mismo con A. No Iona, todo mundo la elogia y de hecho está muy buena, pero yo la dejé en el tercer capítulo. Simplemente no me llegó.
Rolling girls me quedé en stand by, y si bien no es algo para quemarse los sesos en cuanto a trama, agarras cura. Los temas musicales son muy buenos.
Maria: si, el debate blasfemo-existencial soporta la trama, y ha agarrado fuerza. Soy catolico, espero que no me excomulguen por seguirla viendo.
Saludos!
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¡Qué tal, Khalil! 🙂
A mí lo de Akatsuki no Yona me ha fastidiado un poco, porque quería que me gustase, pero no ha habido forma. Y me da algo de envidia que haya tanta gente que pueda disfrutar con ella, porque es buen producto, joder, pero no me caló nada. Al menos consuela un poquito encontrar a alguien que tampoco haya sido capaz de hacerse con la serie 😀
Rolling Girls dudo que la retome, las mozas me parecen del género subnormaloide y para mí eso es definitivo; y sobre Junketsu no Maria… pues mira, pienso que es una buena serie para que cualquier persona que sea un poco cerril en sus creencias personales, perciba las cosas desde otra perspectiva y trabaje su tolerancia. En este anime mete caña a los católicos, pero se podría extrapolar a cualquier otra religión. Que no será porque no hay actualmente fanáticos de todo pelaje jodiendo la marrana a los que no piensan como ellos.
¡Saludos, caballero, nos leemos! 😀
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Amén a lo de la tolerancia, la mayoría (si no es que todos) de los problemas de la humanidad relacionados con la fé, se derivan de querer imponer la visión de uno a chaleco a los demás.
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Había leído la entrada en el móvil y al final se me olvidó comentar 😛
Esto hay que enmarcarlo: «típico anime para otakus pajeros a rebosar de fanservice, un típico harem femenino libidinoso y personaje principal con un problema de discapacidad intelectual severo». Describe muy bien a la mayoría de animes que sacan temporada tras temporada.
Shin-Ah es, para mí, el más bonito de los dragones. No obstante, a parte de su arco argumental no ha tenido demasiada presencia. Es una lástima que abandonaras Yona pero para verlo a disgusto es mejor no hacerlo. Hace poquito hizo una breve aparición tu villano favorito.
Kamisama es un buen anime. Me entretiene con las aventuras de Nanami y cía. y se luce con algunos momentos más tiernos. Jirou ❤ No hay manera de descubrir el pasado de Tomoe. ¡Cómo se resisten!
YuriKuma ha ido ganando en consistencia a medida que los capítulos han avanzado. Los personajes están bastante bien y los misterios se van sucediendo y resolviendo a buen ritmo. Espero impaciente conocer su final.
Yo también considero que Death Parade es el anime que más destaca de la temporada. Decim me tiene el corazón robado. Los juicios han estado a la altura (unos me han llegado más que otros, obviamente) pero el motivo de la muerte de Chiyuki me ha dejado un poco fría. Preciosa la escena del patinaje (debilidad personal).
Shirobako o como dejar un anime en su segundo capítulo y luego descubrir un montón de valoraciones positivas. No es que tenga ganas de volver a engancharme pero me arrepiento un poco XD
Besos
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¿Mi amado Soo-Won apareció de nuevo? MECAGOENLALECHE
En fin, it’s done. Espero que fuera tan ambiguo como siempre (bueno, cuando mató al emperador no lo fue mucho xD pero ya me entiendes)
Cuando leía el manga (lo dejé para retomarlo cuando finalizara, aunque parece que Julieta Suzuki se lo está tomando con una calma que te cagas), todo lo concerniente al pasado de Tomoe me gustó bastante, mucho más que el arco argumental tengu. Ojalá hagan tercera temporada y podamos disfrutarlo animado.
A mí también me ha gustado un montón la escena de patinaje de Chiyuki, maravillosa 🙂 ¿No te ha convencido el motivo de su muerte? Yo esperaba algo del palo, así que no me ha desagradado demasiado.
Shirobako es buena serie, a mí me costó que me convenciera, la veía CASI por inercia. Pero me ha ganado.
¡Besicos! 😀
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Me encanta tu entrada.
A mí parecer The Rolling Girls es bueno. Me gusto saber que algunas canciones en la serie son cover de The Blue Heart y otras bandas que no tengo presente. Aunque claro, tiene sus fallos pero es entretenido.
Uno de los muchos que deje en el olvido fue Aldnoah Zero. Enserio, la historia de ser entretenida me parece un tanto aburrida con esos personajes. No tengo nada en contra pero el inmortal Inaho es caca comparado al simpatico de Hisoka y el rompeovarios de Shinichi, con eso digo todo 😀
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¡Qué tal, Vannert! 😀
Rolling Girls se me desinfló en las narices. Quizá esperaba algo más disparatado todavía (cuanto más sacado de quicio esté algo, más posibilidades tiene de que lo vea) pero… nada. Vacío total. Vale, versiones de los Blue Hearts, buena animación… pero personalmente necesito algo más que esos cebos para continuar viendo un anime que en general me aburre. Qué le voy a hacer.
Buah, Aldnoah Zero. Espera, que rebusque en mi memoria, no sé ni cuándo mandé al cuerno esa serie… pero fue el año pasado, y la segunda temporada ni me la planteé. La palabra «carisma» no es precisamente la que yo relacionaría con su protagonista… pero allá cada cual con sus querencias y su tiempo 😉
¡Gracias por pasarte y comentar! 😀
¡Abrazoteee!
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