Menudos días. Son rachas.

Y aunque lo tienes asumido, el hecho de que una persona a la que admiras (y que te ha hecho gozar a través de su obras) desaparezca, siempre impacta. La consternación es inevitable.

Estos días a mí me han afectado bastante dos. La más reciente, la del escritor Terry Pratchett, que aunque no tiene sitio en este blog porque está dedicado al mundo japonés, bien merece estas breves palabras. He sido desde hace años entusiasta y me ha entristecido, lógicamente, su desaparición. Ahí están sus innumerables obras, desde luego, pero igualmente la pena por su pérdida.

La ausencia de Yoshihiro Tatsumi es la otra noticia que me afectó bastante también. Tatsumi son además palabras mayores en lo que respecta al manga. Sin él nada habría sido lo mismo. El cómic moderno actual, y no solo el japonés, le debe lo inenarrable. Su legado se proyecta por doquier. Es uno de los colosos junto a manga no kamisama Tezuka. No voy a escribir un panegírico sobre él, creo que de eso ya se ha hecho cargo gran parte de la prensa generalista y especializada, esto es un blog personal sin mucha más sustancia, así que aprovechando que todavía no había hecho ninguna reseña de sus obras, voy a centrarme en uno de sus mangas más conocidos y que finalicé de leer, además, hace relativamente poco. Ochocientas y pico páginas, casi ná.

Una vida errante

劇画漂流

2008

a-drifting-life Gekiga Hyôryû o Una vida errante, como prefiráis, no es mi tebeo favorito de Tatsumi. Pero me parece el más adecuado para reseñar tras su óbito, es una buena manera de presentarle mis respetos. En él Tatsumi hizo un resumen de su propia vida y del estilo que rompió definitivamente con las barreras que contenían, hasta entonces, al manga dentro del ámbito infantil. Su deseo era crear un tebeo con una base narrativa sólida, de esencia realista y acentuado contenido social. Quería hacer un tipo de manga alejado del escapismo, de la humorada y que pudiera conectar con la nueva sensibilidad emergente de la población adulta. Para ello iba a necesitar también nuevas estructuras formales, diferentes modos de expresión. Tatsumi, aunque líder, no llevó a cabo este empeño solo. En esta foto de abajo tenéis a unos colegas, imprescindibles como él, que ayudaron a componer y levantar este nuevo género que bautizó con el nombre de gekiga, allá a finales de los años 50.

Tatsumi, Saito y Matsumoto
Yoshihiro Tatsumi, Takao Saitô y Masahiko Matsumoto

La palabra gekiga, que hacía referencia en esa época a las historias dramáticas del tradicional kamishibai callejero, no convenció inicialmente a Tatsumi. Y tampoco, con sus compañeros del atelier, tenía claro si lo que estaban creando era manga o algo absolutamente diferente. Con la perspectiva que da el tiempo, ahora percibimos mejor que, simple y asombrosamente, estaban abriendo las puertas de par en par a un excitante e inabarcable horizonte que, hasta ese momento, nadie se había planteado que existiese. El mismo Osamu Tezuka se vería influenciado más adelante por los trabajos de estos chavales. Pero todo esto lo podéis leer perfectamente en este manga a través de su álter ego, Hiroshi Katsumi. Esta obra es todo un pedazo de historia contado encima por uno de sus protagonistas principales. Cualquier manga que hayas leído a lo largo de tu vida, cualquiera, sin tener en cuenta su género, le deberá siempre algo (o mucho) a esta cuadrilla de Osaka.

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Gekiga Hyôryû cuenta, con naturalidad y sencillez, la vida de un muchacho desde su etapa escolar hasta la edad adulta. Un kunstelleroman de libroEste muchacho, Hiroshi Katsumi, es fanático de los mangas y hace sus primeros pinitos como dibujante desde muy joven. En esta historia autobiográfica, Tatsumi plasma con exactitud no solo su entorno familiar (este manga es un slice of life), sino también los problemas y dilemas creativos con los que se topa conforme va creciendo y evolucionando como persona y autor. Unos atolladeros y disyuntivas que nos permiten presenciar cómo se fue gestando el gekiga; unas dudas y apuros que son, además, muy comunes en cualquier proceso creativo. ¿Dibujar para comer o dibujar para realizarse como artista? ¿Continuar en el redil o buscar nuevas maneras de expresión? Y toda la serie de frustraciones que se generan por la falta de comprensión tanto de editores como por la sociedad, o por las carencias técnicas y de recursos (que se van superando). También vierte su profunda admiración por grandes mangakas de ese momento, la emoción que siente al conocer a Tezuka es conmovedora (Osamu es una figura muy presente en toda la obra); así como su devoción por el cine, que resulta ser uno de los grandes influjos a la hora de concebir sus obras; o las novelas pulp de detectives, que vuelcan en el gekiga su sordidez y dureza. Sus querencias por lo que llamamos cultura pop eran flagrantes.

Tezuka por Tatsumi
Tezuka por Tatsumi

El esqueleto de este manga es simple; la continuidad lineal y diáfana, donde los diálogos juegan un papel vital. A pesar de que Tatsumi siempre luchó por dotar de profundidad psicológica a sus personajes, en Una vida errante no encontramos demasiado de eso. No estoy diciendo que sus protagonistas sean planos, que conste, están bien perfilados y algunos de ellos con mucho atractivo. Pero también es cierto que, en general, esta no es la mejor obra de Tatsumi a pesar de que la considero notable. Tampoco es mi favorita, aunque creo que es un colofón a su carrera espléndido.

Este manga es perfecto también para conocer los hitos históricos del Japón de la posguerra y el paulatino desarrollo del país bajo la potente influencia estadounidense. Y no solo los eventos de la historia relevantes, también los acontecimientos culturales, sociales y más mundanos que fueron modelando el ánimo y pensamiento de los japoneses: la llegada de la primera televisión en color, el estreno de Los siete samuráis de Kurosawa o el triunfo del mítico luchador de puroresu Rikidôzan sobre el campeón del mundo norteamericano (repito, norteamericano) Lou Thesz y un largo etcétera. Anécdotas, sucesos, todos ellos salpican y cincelan un contexto indispensable para comprender en toda su magnitud esta Una vida errante.

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Si no ha caído en tus manos todavía nada de Tatsumi, no considero que sea una buena iniciación porque, aunque en este manga encontramos lo más representativo grosso modo de su estilo, Una vida errante es un cómic para comiqueros. Me explico: es maravilloso para todo el que sea un nerdo del manga, es un documento histórico a diferentes niveles de valor indiscutible y, para el que tenga un interés sincero por la historia del tebeo japonés, lo encontrará realmente interesante. ¿Quiero decir con esto que es una obra aburrida? Ni de coña. Pero es lo que es. ¿La recomiendo? ¡Pues claro, joder!

Buenos días tengan ustedes.

P.D.: Y si te llama la atención que no haga distinciones entre tebeo, cómic, historieta, novela gráfica, manga o su puta madre, no le des muchas vueltas. Es un debate estéril. Para mí, esencialmente, todo es lo mismo: viñetas con dibujos y texto. Yes, I’m simple minded, so what? I love them anyway.

8 comentarios en “El legado de Tatsumi

  1. A mi lo de Pratchett no solo me ha deprimido, sino que me ha dejado solo con ganas de leer novelas suyas… Además, pasan los días pero no el disgusto T__T Es que era muy grande.
    De Tatsumi aún no he leído nada, y desde luego, ya estoy tardando, por lo que comentas me recuerda ligeramente a Taniguchi, del que soy súper fan (o Taniguchi se parece a él, vamos).
    Tengo que probar, a ver con cual empiezo…

    🙂

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    1. ¡Hola, Magrat! 😀

      Me acordé de ti cuando vi la noticia de la muerte de Pratchett y luego leí tu emotiva entrada 😦
      A Taniguchi lo empecé a leer (tarde, por cierto) con «Botchan no Jidai» y fue a raíz de que soy fan hasta el infierno de Sôseki. A mí también me encanta Taniguchi-sensei :3 Es un grande.

      Para empezar con Tatsumi no sabría qué recomendarte… quizás «Fallen words«, creo que te podría gustar 🙂

      ¡Gracias por pasarte y comentar!! ❤

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  2. Si, yo concuerdo contigo, es el mismo medio. Yo empecé con historieta y ya de más grande tuve acceso al manga. Si acaso la variación es más temática o de estilo. Actualmente estoy alejado del comic americano mainstream, pero sigo buscando buenas historias. He estado leyendo mas manga.

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    1. ¡Hola, Khalil! 🙂

      Las diferencias que hay, como bien dices, son de temática, de género, de estilo o el país de procedencia… pero en el fondo estamos hablando de lo mismo. Hace años (era joven e inexperta) discutía mucho sobre todo esto pero, al final, no dejan de ser apreciaciones subjetivas, a veces (no siempre) basadas en la vanidad de los autores/lectores. Adoro los libros, adoro los cómics y adoro leer. Para mí no es denigrante llamar al Garaje hermético de Moebius tebeo, por ejemplo, o tampoco considero un insulto considerar así al Adolf de Tezuka o al Henshin de Niimura. Pero allá cada cual, por supuesto.

      Yo también hace un tiempo que me he alejado de las publicaciones actuales de Marvel y DC. Te lo he comentado además en tu blog. Alguna cosa hay, por supuesto, pero en general se ha convertido todo en un despropósito al servicio de captar nuevos lectores (olvidando a los de siempre) y el cine. Shake your money maker! Pero esto es solo mi opinión, claro 🙂

      ¡Saludos!

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  3. Yo no había escuchado acerca de él (qué sorpresa con lo mucho que se) pero me lo anoto a la de ya. Te juro que tengo una libretista donde anoto todas tus recomendaciones para ponerme al día en el verano -not kidding- ¡sabes mucho! ESO y tu estilo de escribir me encanta! Soy tu fan declaradisima. Lo de Terry es lamentable, pero tenemos su legado para disfrutarlo que venga no son pocos libros. Esa idea me fascina de todo lo que hay que leer, ver y disfrutar, tanto que una vida no es suficiente. Jijiji como que me deje llevar y en mi comentario dije todo y nada jijiji ups. Saludos Sho 🙂

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    1. ¡Hola, Yoanyul! 😀

      Tatsumi creo que no es muy conocido entre los lectores de mangas actuales quizás porque tendemos a centrarnos en lo más reciente y dirigido hacia un público juvenil. Pero nunca es tarde si la dicha es buena, me alegra haberte ayudado a descubrirlo 🙂 Tatsumi es manga para adultos o, por lo menos, para gente que posee ya cierta madurez, porque toca temas espinosos y bastante serios.
      Muchas gracias por todos los halagos (no sé dónde meterme :$ ), siempre animan mucho 😀
      ¡Gracias por pasarte y comentar, abrazo! ❤

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  4. Realmente no he leído absolutamente nada de este autor, pero ¡¡Como he visto reseñas de sus trabajos!! da una pena tremenda siempre que se va un maravilloso escritor como Terry Pratchett o un increíble mangaka como Yoshihiro Tatsumi que han aportado tanto de diferentes formas…
    Debo decir que me encanta tu manera tan excelente de hacer una reseña, aunque digas que Una vida errante no sea tu manga preferido del autor, como me has convencido para echarle un ojo próximamente, por eso me gustaría que me dijeras ¿Con cual obra seria bueno iniciarse con el autor?, por cierto me gusto mucho el manga Omae ga sekai wo kowashitai Nara que ya hice la reseña, no me defraudo en ningún momento aunque no me esperaba que fuera tan complejo para el final..
    Un abrazozote SHO!

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    1. ¡Muy buenas, Kick! 😀

      Pues de Tatsumi, para comenzar, yo acudiría a colecciones de historias cortas como «Goodbye» o «Abandon the old Tokyo». Verdaderas joyas. Fueron publicadas originalmente en la década de los 70 y son bastante duras; Tatsumi nunca se anduvo por las ramas, era un autor que se dirigía a lectores audaces y sin miedo de enfrentarse a las facetas más despiadadas de la realidad. A Magrat le he recomendado «Fallen words», quizás relatos no tan turbios (que lo siguen siendo, no obstante), y ubicados en el periodo Edo. No sé, también es cuestión de gustos, así que es difícil acertar 🙂

      ¡Me paso ahora mismo por tu blog a leer tu reseña! 😀
      ¡Abrazotes, Kick!! ❤

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