mierder, paja mental

Mangas mierder a los que no arrimarse ni enfundado en un ILC Dover Chemturion 3525 (nº1)

Aaaaah… los mangas mierder son dañinos e innumerables como las pulgas y piojos. Así que hoy voy a inaugurar la primera entrada (de las que serán muchas más) de esta sección del blog, dedicada a esos engendros perversos con los que uno se topa de vez cuando… y que hacen que te preguntes a ti mismo por qué hay tanta maldad en el mundo. La selección que voy a hacer es completamente arbitraria, no sigue ninguna pauta, salvo la de haber conseguido generar en mi persona sensaciones y pensamientos bastante desagradables. Si es la primera vez que caes en este blog, no te apures si te sientes agraviado al encontrar algunos de tus mangas favoritos puestos a caldo. Solo tienes que darle a esa X que hay en el vértice superior derecho de tu pantalla y olvidar lo que has leído.

Hoy comenzaré con la porquería más reciente que he terminado de leer. Que aproveche.

Black Bird

ブラックバード

La madre que me parió. ¡¿Quién cojones me mandaría a mí leer esta montaña de basura?! Es lo que pasa cuando se tiene debilidad por el folclore japonés y sus criaturas. Qué bien, salen tengu… y shirohebi… y kitsune (aunque aquí utilizan un término más inusual, el de youko)… y, y, y vaya piece of crap, colega. Desde luego esto no es Inuyasha; ni siquiera Kamisama Hajimemashita.

Black Bird es un shoujo de corte sobrenatural de la peor especie: sensiblero, folletinesco, repleto de bishies irritantes, predecible como una canción de parvulario y unos protagonistas principales a los que dan ganas de reventarles la cabeza desde la primera viñeta. Todavía me parece increíble el éxito que ha tenido y que le dieran encima un premio Shogakukan. El mundo está mal, PERO MUY MAL.

El personaje principal femenino, Misao Harada, cumple con todos los peores estereotipos que pueda tener una heroína de shoujo. Es una gaznápira de corte escandalosamente Mary Sue que se pega media historia (y la otra mitad también) llorando, desmayándose, sonrojándose, con unas taquicardias y arritmias nada sanas y, por supuesto, siendo maltratada, vapuleada, violada, arrojada por ventanas y tejados (en serio), envenenada y continuamente rescatada a lo largo de todo el manga. Tiene la tradicional personalidad frágil y bondadosa, de actitud inexplicablemente pasiva ante todo lo que le ocurre (¡que te están ahostiando, joder, haz algo!); y la típica fijación obsesiva por su amor.

harada

Su pareja, el tengu Kyo Usui, es el característico malote tío bueno con una actitud totalmente abusiva y manipuladora hacia Misao.  La trata como si fuera una discapacitada intelectual (la pobreta no es que sea muy lista, pero joder…); y sus celos y brutalidades son de patadón cósmico en la entrepierna. Toda una alhaja de varón al que mantener a la distancia de Plutón si se quiere gozar de un mínimo de higiene mental. Eso sí, todo es porque siente tanta devoción, le devora un amor tal, que no puede contenerse a veces. A TOPE, MUY A TOPE.

Claro que sí, machote
Claro que sí, machote

El argumento no es ni insólito ni tampoco se desarrolla de manera asombrosa (todo lo contrario). Son 84 capítulos para contar una historia que con 10 habría quedado finiquitada (y gracias). Este manga pierde la continuidad además en multitud de ocasiones, haciéndolo un fastidio. La trama no progresa con naturalidad, las disputas por el poder (¡ejem!) entre los youkai son infantiles e irrisorias. Hay un superávit de besitos y magreos varios muy indigesto. Estas deficiencias son también lógicas ya que Black Bird enseña sus cartas demasiado pronto, y con algo tenía que rellenar la autora, Kanoko Sakurakouji, ese casi centenar de episodios…

El tema va de la adolescente Misao Harada (todo candor) que tiene la habilidad especial de poder percibir los youkai y yurei que la rodean. De pequeña tenía de vecino a un misterioso zagal, Kyo Usui, que también podía verlos y con el que compartía juegos y bromas. Pero, repentinamente, este jovenzuelo tuvo que irse del barrio aunque le prometió que volvería y se casaría con ella. El niño resultó ser luego el líder de su clan de tengu y, por supuesto, regresa a buscarla; porque ante todo Misao necesita ser protegida ya que, en realidad, es una mujer muy especial (la Doncella Senka o Novia de la Profecía) que nace cada cierto tiempo y cuyo cuerpo y sangre proveen de grandes virtudes al youkai que se la coma. De ahí que, a partir de su decimosexto cumpleaños, sea perseguida y atacada por todo tipo de entidades malvadas. Si el jefe de un clan de youkai consigue hacerla su esposa, sin embargo, traerá prosperidad y poder infinitos a su tribu. Y así empieza todo.

¡Mátalos, mátalos antes de que pongan huevos!
¡Mátalos, mátalos antes de que pongan huevos!

El nivel de melodramatismo que alcanza a veces es ridículo, tipo telenovela ochentera cutre; y aunque lo aderecen con sexo a ratos (rollito smut, todo muy suave no obstante), los efluvios que expele tipo Twilight o incluso 50 sombras de Grey son muy, pero que muy de vergüenza ajena. La supuesta comedia que contiene por mi parte fui incapaz de detectarla. El resto de personajes secundarios no merecen tampoco mucha atención, salvo tres o cuatros sueltos. Son en general ese fondo medio borroso que decora con eficacia el romance y drama de los dos mongolos principales.

El dibujo, todo hay que decirlo, es bastante potable; algunas composiciones de hecho son muy buenas. Pero claro, el resto del manga… ugh.

tengu

No tengo mucho más que decir, salvo que me ha costado horrores finalizarlo (meses y meses) y que lo he hecho por cabezonería pura y dura. No es la primera vez que me trago un bodrio semejante, aunque procuraré que sea de la últimas ocasiones… el valor que doy ahora a mi tiempo libre ha cambiado mucho. ¿Será que estoy madurando? NOOOOOOOOOOOOO, NO PUEDE SEEEEERRRRRR.

2 comentarios en “Mangas mierder a los que no arrimarse ni enfundado en un ILC Dover Chemturion 3525 (nº1)

  1. Si hubiese conocido tu blog antes me habría salvado de leer semejante esperpento jajaja…aunque al haberlo hecho puedo opinar con conocimiento de causa: ¡NO SE ACERQUEN A ESTE MANGA! ughh recuerdo que me hartaba la protagonista por boba y llorona, mentalmente yo cambiaba las escenas (sí, soy rara): si se rendía a los pies del tengu y lloraba mi versión era que le daba un bofetón y lo mandaba a pasear, o que tomaba el mando del clan , etc. Me saltee capítulos porque ya sabían por donde iban los tiros y el final…fue todo lo MEH que me imaginaba. Viéndole lo positivo (que es escaso) pues es un manga con un dibujo en algunos momentos genial, esa escena que muestras era una que me había gustado especialmente. Lo terminé por obstinada y no tener nada mejor que leer: ahora prefiero no leer antes que dedicar tiempo a estas cosillas de medio pelo. Lo bueno es que de tanto mangamierder cuando se da con un shojo que si lo vale la alegría es doble. Besos Sho 🙂

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    1. Los manga mierder y animierder son parte indispensable de la historia del manga japonés, ¡qué haríamos sin ellos! xDDDD La verdad es que ver/leer de vez en cuando alguna porquería infecta ayuda a mantener la perspectiva… pero tampoco hay que pasarse, ¿eh? que luego indigestan jajaj
      ¡Beso de vuelta, Coremi! ❤

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